Hace tiempo, al estar en mi casa, siendo como las 11:00 PM, recibí la llamada telefónica de un buen amigo. Me dio mucho gusto su llamada y lo primero que me preguntó fue: «¿Como estas? ».
Y sin saber por qué le contesté: «solísimo».
«¿Quieres que conversemos?»
Y sin saber por qué le contesté: «solísimo».
«¿Quieres que conversemos?»
Le respondí que si...
Me preguntó: «¿Quieres que vaya a tu casa?»
Y respondí que si...
Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba tocando a mi puerta. Yo empecé y hablé por horas y horas, de todo, de mi trabajo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas y él, atento siempre, me escuchó... Se nos hizo de día, yo estaba totalmente cansado mentalmente, me había hecho mucho bien su compañía y sobre todo que me escuchara y que me apoyara y me hiciera ver mis errores, me sentía muy a gusto...
Cuando el notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: «Bueno, me retiro tengo que ir a trabajar». Yo me sorprendí y le dije: «Pero por qué no me habías dicho que tenias que ir a trabajar, mira la hora que es, no dormiste nada, te quite tu tiempo toda la noche».
El sonrió y me dijo: «No hay problema, para eso estamos los amigos». Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así. Lo acompañe a la puerta de mi casa... y cuando el caminaba hacia su automóvil le grite desde lejos: «!Oye amigo, y a todo esto, ¿por qué llamaste anoche tan tarde?!».
El regresó y me dijo en voz baja: «Es que te quería dar una noticia...»
Y le pregunté: «¿Qué pasó?»
Y me dijo: «Fui al doctor y me dice que mis días están contados, tengo un tumor cerebral, no se puede operar, y solo me queda esperar...» yo me quedé mudo... El me sonrió y me dijo: «Que tengas un bonito día amigo». Se dio la vuelta y se fue.
Pasó un buen rato para cuando asimile la situación y me pregunté una y otra vez, por que cuando él me preguntó ¿como estas? me olvide de él y solo hable de mí. ¿Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación?... Esto es increíble... Desde entonces mi vida ha cambiado, suelo ser más crítico con mis problemas y suelo disfrutar más de las cosas buenas de la vida.
Ahora aprovecho más el tiempo con la gente que quiero. Por ejemplo, el todavía vive. Procuro disfrutar más el tiempo que convivimos y conversamos, sigo disfrutando de sus chistes, de su locura, su seriedad, de su sabiduría, de su temple, de mi amigo.
El que no vive para servir, no sirve para vivir
La vida es como una escala si miras hacia arriba siempre serás el último de la fila pero si miras hacia abajo veras que hay mucha gente que quisiera estar en tu lugar.
No busques a un amigo por lo material, busca a un amigo por lo espiritual, pues esos amigos materialistas no estarán contigo cuando los necesites.
Ofrece tu amistad a aquellos con buena alma, ellos te ayudaran a llegar al camino de nuestro Señor. Ellos estarán contigo en las buenas y en las malas.
Excelente! Esos son los amigos que Cristo nos da!
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