lunes, 10 de enero de 2011

LA JAULA VACÍA

Una vez había un hombre llamado Jorge Thomas, pastor en un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra. Un Domingo de Pascua llego a la iglesia cargando una jaula de pájaros mohosa, doblada y vieja, y la colocó sobre el pulpito. Se fruncieron varios ceños, y a manera de contestación, el pastor Thomas comenzó a hablar.

 

Estaba caminando por el pueblo ayer, cuando vi un niño joven caminando hacia mi meciendo esta jaula de pájaros. En el fondo de la jaula, había tres pequeños pajarillos salvajes, temblando de frío y de miedo. Detuve al muchacho y le pregunte, –¿Que llevas ahí, hijo?

 

Son tan solo unos viejos pájaros– fue la respuesta.

¿Y que vas a hacer con ellos?– le pregunte.

Los voy a llevar a casa y me voy a divertir con ellos– me contestó –Voy a molestarles y a sacarles las plumas y hacerles pelear. Voy a pasar un buen rato.

Pero te vas a cansar de esos pajarillos tarde o temprano. ¿Que harás con ellos entonces?

Tengo unos gatos– dijo el muchacho. Les gustan los pájaros. Se los llevaré a ellos–estuve callado por un momento.

¿Cuánto quieres por esos pájaros hijo?

¡Eh! Usted no quiere estos pájaros, Señor. Son tan solo unos simples pájaros viejos del campo. No cantan. !Ni siquiera son bonitos!

¿Cuanto? – pregunté otra vez.

El niño me miró como si estuviera loco y me dijo, ¿$10?

 

El pastor buscó en su bolsillo y sacó un billete de diez dólares. Los colocó en la mano del muchacho. En un segundo, el niño desapareció. El pastor levantó la jaula y suavemente la llevó al final del callejón, donde había un árbol y un césped. Poniendo la caja en el piso, abrió la puerta, golpeando suavemente los barrotes, convenció a los pájaros que salieran, liberándoles.

 

Bueno, eso explicaba la jaula vacía sobre el pulpito, entonces el pastor comenzó a contar su historia. Un día Satanás y Jesús estaban conversando. Satanás acababa de venir del Jardín del Edén y estaba jactándose y vanagloriándose. Si Señor, acabo de capturar al mundo lleno de gente allá abajo. Me hice una trampa, utilice carnada que sabia que ellos no podían resistir. ¡Los agarré todos!

 

¿Que vas a hacer con ellos?– preguntó Jesús.

Satanás respondió –¡Me voy a divertir! Voy a enseñarles como casarse y luego divorciarse, como odiarse y abusarse mutuamente, como beber y fumar y maldecir. Les voy a enseñar como inventar las armas y bombas y que se maten unos a otros. ¡Me voy a divertir de verdad!

¿Y que harás cuando termines con ellos? –preguntó Jesús.

Oh, los mataré– exclamó Satanás orgullosamente.

¿Cuanto quieres por ellos? – preguntó Jesús.

Oh, tu no quieres a esas personas. No valen nada. Los tomarás y simplemente te odiarán. ¿Te escupirán, te maldecirán y te matarán! ¡Tu no quieres a esa gente!

¿Cuanto?– preguntó nuevamente.

Satanás miró a Jesús y mofándose dijo –Todas tus lagrimas y toda tu sangre.

Jesús dijo –¡HECHO! – Entonces Él pagó el precio.

El pastor levantó la jaula, abrió la puerta, y se fue del pulpito.

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