martes, 18 de enero de 2011

NO HAY MAYOR AMOR

No se puede mostrar mayor amor por la gente que el amor que mostró James Harrison. Y lo hizo por gente que ni siquiera conocía.

 

Harrison, miembro del coro de la Ouachita Baptist University, regresaba a casa desde Europa con sus compañeros del coro. Cuando el avión aterrizó en Little Rock, Arkansas, encontró fuertes lluvias y vientos. El jet se salió de la pista y chocó contra un banco de luces, lo cual abrió el fuselaje rompiéndolo.

 

Mientras reinaba el caos y subían las llamas en el avión mutilado, Harrison empezó a ayudar a otros. Una y otra vez puso pasajeros a salvo y corría de vuelta al final del avión a buscar más. En su último viaje a los despojos en llamas, a Harrison lo ahogó el humo. No sobrevivió.

 

En su entierro, el director del coro citó Juan 15:13: «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos». Jesús en realidad estaba hablando de su propia muerte por nosotros, y el director del coro destacó el valor de ese sacrificio máximo. Tal vez nunca seamos llamados a hacer el sacrificio que hizo Harrison en aquella horrible tragedia. No obstante, todos los días tenemos la oportunidad de dejar de lado nuestra comodidad para amar a nuestro prójimo (Mr. 12:31). ¿Cuánto amor mostramos...?

 

EN UN MUNDO QUE AMA CADA VEZ MENOS, LOS CRISTIANOS DEBEMOS AMAR CADA VEZ MÁS.

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