Fiel hasta la muerte |
Los anales de la historia humana
registran unos cuantos casos de gente que estuvo dispuesta a entregar la vida
por causa de sus amigos.
La historia de Damon y Fintias,
era muy famosa en el mundo grecorromano. Esto dos hombres vivían en Sicilia en
el siglo IV antes de Cristo. Dionisio, el Antiguo, tirano de Siracusa, había
decretado que Fintias debía morir cierto día.
El condenado rogó que mientras
esperaba el día de la ejecución se le permitiera visitar a su familia y poner
su casa en orden. Dionisio accedió al pedido con la condición de que alguien
estuviera dispuesto a morir en su lugar.
Damon oyó acerca de las
condiciones impuestas por el tirano, y se ofreció voluntariamente a morir en el
caso de que su amigo no regresara en el día señalado. Cuando llegó la fecha,
Fintias no apareció. Lo que Damon no sabía era que el barco de Fintias había
sido detenido por vientos contrarios.
Cuando Damon ya estaba en el
cadalso, se le permitió dirigir algunas palabras a los espectadores. Reafirmó
su inquebrantable amistad por Fintias y declaró enfáticamente que no se
arrepentía de nada. Estaba seguro de que su amigo había hecho todo lo posible
para regresar.
Cuando el verdugo se preparaba
para realizar su tarea, se vio a un jinete que galopaba a toda velocidad en
dirección del lugar de la ejecución. Al aproximarse todos escucharon a Fintias
que decía en alta voz: "¡Detengan la ejecución!". Cuando llegó hasta
el lugar, saltó de su caballo y sin más ceremonia, trepó al cadalso donde se
encontraba Damon. Abrazándolo le dijo: "Me alegro de haber llegado a tiempo.
Tú has sido fiel hasta la muerte". A lo que Damon respondió "Fintias,
puesto que no puedo morir para salvarte, solicito que se me ejecute
contigo".
Se dice que Dionisio se sintió
tan conmovido por esta demostración de amor frente a la muerte, que perdonó a
Fintias y solicitó a los dos amigos que le permitieran participar de su noble
amistad.
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