Recopilación de Ilustraciones útiles para reflexionar y meditar acerca de lo eterno y porque nó, tambien de la vida que nos rodea.
viernes, 6 de enero de 2012
DE PADRE A HIJO
No se en qué momento el tiempo pasó,
ni a que hora mi hijo creció,
sólo sé que ahora es todo un hombre,
y que en su vida... ya no estoy yo.
Era muy joven cuando mi hijo nació,
todavía recuerdo el momento en que llegó.
Pero mi trabajo el día me ocupaba,
y no me daba cuenta que el día pasaba.
No supe en que momento aprendió a caminar,
ni tampoco a qué hora comenzó a estudiar,
no estuve presente cuando cambió sus dientes,
sólo me ocupé de pagar las cuentas.
Pedía que le consolara cuando se aporreaba
o que le ayudara cuando su carro no caminaba,
pero yo estaba ocupado, debía trabajar,
y así sus problemas no podía solucionar.
Cuando a casa llegaba insistía en estar conmigo,
"Papi ven... yo quiero ser tu amigo...",
"Mas tarde hijo, quiero descansar",
y con estas palabras me iba a reposar.
Ojalá atento le hubiera escuchado.
Cuando al acostarlo y dejarlo arropado
suplicante me insistía con ruegos y llantos,
que me quedara a su lado que estaba asustado.
Ya no hay juegos que arbitrar,
Tampoco hay llantos que consolar,
no hay historias que escuchar,
peleas que arreglar, ni rodillas que remendar.
Ya no hay trabajo, ya no estoy atareado,
no tengo qué hacer, me siento desolado.
Ahora soy yo quien quiere estar a su lado.
Y es hoy mi hijo quien vive ocupado.
Un distante abismo me separa de mi hijo
poco nos vemos... no somos amigos.
Los años han volado, mi hijo se ha marchado,
y su continua ausencia solo me ha dejado.
No sé en qué momento el tiempo pasó,
ni a que hora mi hijo creció.
Ojalá pudiera volver a nacer,
para estar a su lado y verlo crecer.
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