Oí acerca de una madre que tenia en su casa como compañero de su hijo único, a un lisiado que también era jorobado. Advirtió a su niño que tuviese mucho cuidado en la forma de tratar a su compañero y que jugase con el sin herir sus sentimientos.
Un día en que los niños jugaban, la señora oyó que su hijo decía al jorobado: "¿Sabes lo que tienes en tus espaldas?"; el jorobadito pensó y dudó por unos momentos. Entonces el muchacho le dijo: "Es una caja donde tienes tus alas, y algún día Dios la abrirá y volarás y serás como un ángel".
Así mismo, algún día, Dios revelara a cada hijo suyo el hecho de que las cosas contra las cuales nos rebelamos han sido los instrumentos que El ha utilizado para perfeccionar y moldear nuestro carácter y pulirlos para sus grandes propósitos con nosotros.
Tomado del libro de devocionales "Manantiales en el Desierto"
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