domingo, 22 de enero de 2012

GRANDE PERO PEQUEÑO

Un profesor de periodismo se disfrazó de desamparado y pasó varias noches en las calles de una gran ciudad. Informó que los albergues le proporcionaron sandwiches y refrescos, pero nadie, ni siquiera un albergue administrado por una iglesia, le ofreció una palabra de consejo espiritual.


El columnista William Raspberry dice que cuando la iglesia no ofrece ayuda espiritual, «no está haciendo uso de la fortaleza que tiene». Es como un jugador de baloncesto de 2,13 metros que intenta tiros largos, o que cuando está cerca del canasto lleva la pelota a la altura del pecho antes de tirar. Los entrenadores se refieren a un jugador alto que desperdicia la ventaja de su altura como «un hombre grande que juega como si fuera pequeño».

No hay comentarios:

Publicar un comentario